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Tras la exposición de nuestro trabajo y el de los compañeros y haber escuchado las aportaciones de nuestros profesores, hemos reflexionado sobre algunos aspectos del proyecto  que se podrían mejorar y que reflejamos a continuación:

 

Dar más apoyo a los alumnos. En la tercera tarea los alumnos no enviaron el audio montado, sino que enviaron dos audios separados. Se les podía haber proporcionado algún programa de montaje de audio, como el que utilizamos nosotros y haber dado más soporte para realizar la tarea. Además, tampoco estaba explicitado en las instrucciones. La conclusión es que no basta con enviar la muestra y esperar a que los alumnos entiendan todo lo que contiene. Si queremos que trabajen algo en concreto hay que explicitarlo y facilitarles las herramientas. 

 

Realizar una evaluación formativa más auténtica. Si bien en nuestra evaluación hemos atendido más al proceso que al producto final, consideramos que hay aspectos de esta que podrían haber sido realizados de forma más efectiva. Hay dos puntos que queremos destacar en este sentido: 

 

  • Compartir con los alumnos los objetivos y los criterios de evaluación desde el principio. Pensamos que hubiera sido muy efectivo tener en cuenta este elemento fundamental de la evaluación formativa. Con ello, ayudaríamos a los alumnos a prestar atención a lo que se espera que hagan en cada actividad y a desarrollar un aprendizaje más consciente. Además, tener los objetivos claros facilita a los docentes la tarea de dar la retroalimentación que comentamos en el siguiente punto.  

 

  • Ofrecer una retroalimentación más sistematizada. Si bien hemos dado retroalimentación en cada una de las tareas, esta ha sido más espontánea que sistematizada. Además, ha prestado más atención a algunos parámetros, como la adecuación o la corrección lingüística que a otros, como la competencia digital o la creatividad. Después de observar cómo han realizado la retroalimentación algunos de nuestros compañeros en sus proyectos, creemos que la nuestra podría haber sido más completa y profesional, estableciendo una dinámica de feedback más sistematizado, recogiendo todos los parámetros y enviando un documento después de cada tarea. 

 

Con respecto a la creatividad, para su evaluación nos fijamos en aspectos como la originalidad, el ingenio o las ideas propias. Se nos planteó en la exposición de nuestro trabajo el reflexionar sobre cómo dar una retroalimentación a la creatividad. La retroalimentación que se les dio, fue sobre el contenido de sus creaciones, dentro de la narrativa y en tono informal, con frases como “Aupa Cartagena!”, “Genial, Barcelona!” o “vuestra causa nos parece noble y justa”...pero, como hemos mencionado, no hubo un trabajo de retroalimentación respecto a la creatividad muy consistente. Pensando sobre ello, consideramos que, por suerte, la creatividad no es evaluable. Si la creatividad se estandarizara o pudiésemos llegar a criterios totalmente sistemáticos mediante los que todos y cada uno de nosotros pudiésemos evaluar y puntuar la creatividad del mismo modo, la misma creatividad dejaría de existir. Forma parte intrínseca del hecho creativo el tema de la subjetividad, porque precisamente de lo que se nutre lo creativo es del hecho subjetivo, de la visión particular de una persona o grupo, de la creación, la originalidad, la inventiva y el ingenio surgido específicamente desde una perspectiva singular, por lo que se sale de cualquier encasillamiento. No pensamos posible ni positivo evaluar la creatividad. Nos parece  más importante reconocer el esfuerzo que haya hecho el alumno para aportar dosis de creatividad a su trabajo, que tratar de evaluar lo inevaluable.

 

Por último, y para concluir, nos gustaría destacar el papel que puede tener la creatividad a la hora de atender a diferentes estilos de aprendizaje. No creemos poder o deber delimitar algo que por definición se escapa a concepciones cerradas. Sin embargo, creemos que la creatividad puede ser utilizada como un punto de encuentro entre alumno y profesor. Quizá el primero manifieste una inventiva o recursividad fuera de los esquemas mentales del segundo. En todo caso, es nuestra labor como profesores mantener una mentalidad abierta, que permita reconocer nuevas aproximaciones a un tema. Nosotros como docentes deberíamos estar dispuestos a realizar una autocrítica sobre nuestros propios métodos de enseñanza. Puede que estar abiertos a la creatividad del estudiante nos haga descubrir aspectos en los que no habríamos reparado de no ser por ellos.

REFLEXIONES FINALES

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